El tiempo va pasando, como pasa el viento. Como el viento, el tiempo se lleva cosas y también las trae; y entre lo que trae el tiempo están las historias que una va contando.
Porque este asunto de contar historias requiere tiempo: el tiempo para llegar a tener algo digno de ser contado; el tiempo para encontrar las palabras con que poder contarlo; el tiempo de detener el tiempo para que alguien te escuche.
Este oficio de contar historias es un oficio lento, no valen prisas…
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